Hay una clave muy importante para conectarnos con la creatividad: desarrollar una buena relación con los errores. En los talleres noto que cuesta muchísimo aceptar que los textos tienen un proceso de escritura. Estamos acostumbrados/as, gracias a tantos años de escolaridad, a escribir, entregar y ser evaluados/as todo al mismo tiempo. Nos entrenamos en evitar los errores porque nos bajan el puntaje. Y además, pretendemos que nos salga perfecto al primer intento.
¿Te suena? Escribí un artículo sobre este tema que además viene con tips de escritura para transformar el error en una posibilidad creativa. Este texto es parte de un intercambio que estoy haciendo con Dámaris de @buenaletracorrecciones. Podés leerlo completo en su blog, haciendo clic aquí.
Y además, comparto un video con consigna de escritura para amigarte definitivamente con los errores.
EL ERROR CREATIVO: tips para transformar el error en posibilidad
La clave está en transformar el error en un patrón. Detectamos los errores como tales porque se destacan del conjunto, son los patitos que se salen de la fila. Pero, en lugar de preguntarme por qué no tengo todos los patitos en fila, puedo imaginar cómo sería una fila con otra forma, en la que, cada tanto, algún patito se corre y se forma una figura diferente.
Si repito el error, si lo distribuyo por todo el texto, voy a generar un código. Y entonces ya no va a leerse como error, sino como parte constitutiva de mi escritura. De esta manera, me abro a una propuesta que no se me habría ocurrido si no fuera por el error.
Vamos con el ejercicio de escritura:
1) Hacé una lista de los errores que te sacan de quicio (pueden ser propios y ajenos).
2) Analizá las semejanzas. ¿Qué cosas tienen en común los ítems de tu lista? Puede ser que tengas un rechazo particular por las malas conjugaciones de los verbos. O por las faltas de ortografía. O por el queísmo y el dequeísmo.
3) Exagerá. Tomando como punto de partida el tipo de error que te molesta más, escribí un texto que rebalse de errores.
4) Buscá la función. ¿Para qué está? ¿Qué te muestra la proliferación de ese error? Es muy probable que te despierte una veta cómica o poética. O que te inspire para construir un personaje nuevo o para trabajar la voz del narrador.
5) Consolidá el código. Descubrí cómo está armado el nuevo código y chequeá que se sostenga durante todo el texto.
Esta es solamente una manera de trabajar creativamente con los errores. Como son muy variados, hay muchísimas posibilidades de usarlos como inspiración. Si te animás a probar el ejercicio, después contame cómo te fue. Y, si querés, podés escribir en los comentarios cómo es tu relación con los errores.
Como dijo Al Pacino en perfume de mujer, «no mistakes in the tango». Como dijo Pessoa, hacer de la caida un paso de danza. Y como digo yo, ¡puede fallar, aguante el error!