Animate a compartir lo que escribís

Animate a compartir lo que escribís

¿Escribís pero no te animás a compartirlo? ¿Creés que la escritura es un momento solitario, taciturno, de angustia y pesar? ¿Sentís que constantemente le preguntás a alguien si tu texto es bueno o no?

La propuesta en común que tengo como respuesta ante todas esas preguntas es: ANIMATE. Escribir no es un talento de algunos pocos iluminados, sino que es practicar y trabajar el texto.

¿Cuántas veces escuchamos que la escritura es solitaria? Por mi parte, un montón. Y si bien hay algo de verdad, porque vos sos quien está presente al momento de sentarte y escribir; hay dos cosas importantes en este punto: no estás solo, a todos nos habita ese sentimiento de soledad al escribir; la segunda noticia es que también podés elegir transitar ese camino acompañado, que puede ser íntimo y compartido a la vez. ¿Cómo? A través de los talleres.

Una de las ventajas del trabajo en equipo es que cuando leemos los textos de nuestros/as compañeros/as, sin siquiera notarlo, aprendemos muchísimo. Leer textos que están en proceso es muy distinto a leer textos que ya están terminados, por lo que muchas veces nos desafía e interpela respecto a nuestros propios textos.

La mirada del otro, en este caso el resto de los/as participantes del taller, ilumina lo que muchas veces uno/a, que está sumergido/a en el proceso de escritura, no llega a ver, como por ejemplo: el efecto, con los climas del texto y la reacción del grupo ante los diferentes momentos; la comunicación, gracias a la cual podemos ver qué es lo que se entiende y qué no a partir de la interpretación de los demás; el código, generado mediante el uso de determinadas palabras, imágenes o registros de escritura; y poder dilucidar lo esencial, para que el texto pueda alcanzar su mejor potencial.

Otro punto que me parece muy interesante es la búsqueda de aprobación. Cuando alguien me pregunta si su texto está bueno o no, los invito a hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo hacer para crecer? El por qué es simple: la respuesta de la última pregunta nos despunta un trabajo, un recorrido para andar; mientras que la primera queda simplemente en la subjetividad de quien responda y tiene una respuesta cerrada: sí o no.

Te invito a que me cuentes en qué instancia estás y te ofrezco mi guía para que descubramos cómo podés crecer en lo que hacés. Escribime en los comentarios. ¡Soy toda ojos!

¿Querés compartir el posteo? ¡Di que sí, di que sí!