El cavador, de Samanta Schweblin

El cavador, de Samanta Schweblin

Necesitaba descansar, así que alquilé una casona en un pueblo de la costa, lejos de la ciudad. Quedaba a quince kilómetros del pueblo, siguiendo el camino de ripio, hacia el mar. Cuando iba llegando, los pastizales me impidieron seguir en auto. El techo de la casa se...
Perdiendo velocidad, de Samanta Schweblin

Perdiendo velocidad, de Samanta Schweblin

Tego se hizo unos huevos revueltos, pero cuando finalmente se sentó a la mesa y miró el plato, descubrió que era incapaz de comérselos. —¿Qué pasa? —le pregunté. Tardó en sacar la vista de los huevos. —Estoy preocupado —dijo—, creo que estoy perdiendo velocidad. Movió...
Mujeres desesperadas, de Samanta Schweblin

Mujeres desesperadas, de Samanta Schweblin

Parada en el medio de la ruta Felicidad ha creído ver, en el horizonte, el débil reflejo de las luces traseras del auto. Ahora, en la oscuridad cerrada del campo, sólo se distinguen la luna y su vestido de novia. Sentada sobre una piedra junto a la puerta del baño...

Píramo y Tisbe (de Las metamorfosis de Ovidio)

Píramo y Tisbe —él, el más bello de los jóvenes; ella, la mejor entre las muchachas que tuvo Oriente— tenían casas contiguas, donde se dice que la alta ciudad había ceñido Semíramis con muros de barro cocido. Su vecindad hizo que se conocieran y dieran los primeros...