Hoy vamos a escribir a partir de una de las ciudades invisibles de Ítalo Calvino. El texto está construido a partir de lo que Gianni Rodari llama “hipótesis fantásticas” y que responden a la pregunta “¿qué pasaría sí…?”. En este caso, la hipótesis es “¿qué pasaría si la ciudad colgara de una tela de araña?”. Escribí una hipótesis fantástica a partir de una arquitectura imposible y tratá de responderla con un pequeño relato o un poema.
Los que se animen, pueden enviarme sus textos aquí.
¡Inténtenlo en sus casas!
Si queréis creerme, bien. Ahora diré cómo es Octavia, ciudad telaraña. Hay un precipicio entre dos montañas abruptas: la ciudad está en el vacío, atada a las dos crestas por cuerdas y cadenas y pasarelas. Uno camina por los travesaños de madera, cuidando de no poner el pie en los intersticios, o se aferra a las mallas de una red de cáñamo. Abajo no hay nada en cientos y cientos de metros: pasa alguna nube; se entrevé más abajo el fondo del despeñadero.
Ésta es la base de la ciudad: una red que sirve para pasar y para sostener. Todo lo demás, en vez de alzarse encima, cuelga hacia abajo: escaleras de cuerda, hamacas, casas en forma de bolsa, percheros, terrazas como navecillas, odres de agua, piqueras de gas, asadores, cestos colgados de cordeles, montacargas, duchas, trapecios y anillas para juegos, teleféricos, lámparas, tiestos con plantas de follaje colgante.
Suspendida en el abismo, la vida de los habitantes de Octavia es menos incierta que en otras ciudades. Saben que la resistencia de la red tiene un límite.
Italo Calvino, Las ciudades invisibles.
Fuente: Al filo de la filosofía